El llanto de la comadreja
En Japón un poderoso clan ha creado una nueva arma genética que promete
conseguir el asesino perfecto. Pero es necesario probarla. En Barcelona, un
equipo de creativos que trabaja para una productora de televisión lucha
contra el demencial ritmo de trabajo que amenaza su integridad mental y su
salud. Ambas historias, aparentemente divergentes, acaban confluyendo para
mostrar en un sorprendente y cruel desenlace la dureza de la vida real.
El llanto de la comadreja, opera prima de su autora, Eva Navarro,
tiene una estructura ciertamente peculiar. Las dos tramas en que se divide
no pueden ser mas distintas. De una parte, la trama japonesa desarrolla un
tecnothriller clásico con muchos elementos de cyberpunk. Los adelantos
tecnológicos que se proponen, aunque obviamente no son reales si son sin
embargo y hasta cierto punto posibles. La ambientación japonesa, así
mismo, esta bastante lograda, aunque quizás los personajes pecan un tanto de
fríos. Obviamente se supone que deben ser fríos, pero aun así hay algo en
ellos que no termina de convencer. Todo lo contrario de lo que sucede, por
cierto, con la parte catalana de la obra. Aquí no existen elementos
fantásticos o de ciencia ficción, tan solo el retrato del día a día de un
equipo de creativos estresados por un trabajo interminable. Pero es un
retrato magníficamente recreado, que transmite una gran sensación de
credibilidad.
Otro aspecto que llama la atención de esta obra es el carácter duro y
descarnado de los personajes protagonistas. Ambos, el mercenario japonés y
la antigua reportera, están marcados por una vida trágica que les ha tratado
con rudeza. En ese sentido, quizás son, hasta cierto punto, personajes
extremos, que se "comen", por así decirlo, al resto de participantes en la
trama, que por contraste aparecen fuertemente desdibujados.
Además, llaman la atención algunos pequeños fallos de documentación,
especialmente en el final de la obra. Es curioso como en una novela en la
que la documentación de los ambientes tanto en Japón como en Barcelona están
exquisitamente cuidados, se hayan dejado al descuido estos elementos, que
precisamente por ese preciosismo de la documentación resultan todavía mas
evidentes. Pero en cualquier caso, El llanto de la comadreja es una
obra sumamente interesante y una lectura recomendable
© Cristóbal Pérez-Castejón Carpena 2004